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Valores

  • Foto del escritor: PAC Unearte
    PAC Unearte
  • 28 nov 2018
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 29 nov 2018

Patio del Garrote Ambrosio Aguilar


Ganarse la confianza

Día a día el valor se forja y se solidifica, como debe ocurrir en el juego, la enseñanza de los profesores y como se transmite es por el medio tanto físico como espiritual, lleno de motivación, transmitir fluidamente siguiendo un punto clave es la idea para que el tiempo dedicado sea efectivo.


“Cada vez que los garrotes chocan, cuando zumban cortando el aire, cuando soplan la carne tan de cerquita que da grima, en fin, cuando uno llega a imaginarse si será que los palos tienen vida y se mueven solos como si en vez de ser dos hombres jugando palos fueran dos palos jugando hombres o como si esos hombres respiran por los garrotes, son momentos sagrados...”

Valores propios de la práctica del juego de Garrote

  • Amistad: no se enseña a los enemigos.

  • Respeto: al juego y a las persones que lo enseñan.

  • La constancia endurece la confianza en sí mismos.

  • Madurez: entender que es un juego para evitar la venganza en caso de perder el ritmo.

  • Comunicación grupal y compartir


La confianza es un pilar fundamental en cualquier ámbito de la vida. Otorga equilibrio, estabilidad y más seguridad en lo que se realiza o se quiere realizar, sin embargo, ganarse dicha confianza tiene su proceso, no es de un día para otro, es algo que se construye con el paso de los días y va de la mano con el desarrollo en la comunidad, lugar o persona, es una transformación constante y de lo cual se aprende y se crece.


La confianza puede tardarse mucho en ganarse, pero perderse en el más mínimo error, desliz, o mal entendido. La vida tiene reglas no escritas, tan importantes como las escritas -si es que estas existen-. Creemos que en el patio de garrote "Ambrosio Aguilar", como en toda comunidad, existen reglas escritas y no escritas, nada descabellado si lo analizamos con cuidado, si nos damos cuenta como puede iniciarse un jugador del garrote en la actividad, podemos comprobar un ejemplo de esto. Antes, la única forma posible de iniciarse en la práctica del juego del garrote, era por medio de un padrino. Es decir, que un practicante ya activo, consolidado y aceptado te presentara en el patio y te propusiera. Y eso no era garantía para ser aceptado, después vendría un proceso, un coqueteo, una situación extraña donde se vería si eras incluido en el patio. La personalidad del aspirante era vital, que decir de su compromiso, dedicación, de saber respetar los códigos. Estemos claro, algo que para ser aceptado tenías que pasar por tamaño filtro habla de una comunidad cerrada, desconfiada, celosa, cuidadosa, prudente. Una mujer era impensable al momento de jugar y practicar, muchísimo menos como miembro activo de un Patio de Garrote. Está última es otra característica de una comunidad cerrada y con reglas no escritas muy difíciles de penetrar. Hoy en día el patio de Garrote, al menos este que conocemos tiene códigos parecidos pero en el contexto de estos tiempos que corren. Hoy pueden participar mujeres, y no solo eso, incluso, una mujer puede ser una de sus instructoras.


Hoy lo podemos decir, tal vez por esa misma estructura del juego, por esos mismos códigos tan estrictos que se han venido trasmitiendo de generación en generación, ellos, quienes lo dirigen son reservados especialmente al principio en relación a la práctica del garrote, no sabemos si lo son en su vida cotidiana, es un buen punto, pues para muchos de ellos -los encargados principales- el patio es su vida ¿Cómo separar la vida de la actividad?, Si muchos de ellos han comentado que el juego, la técnica está en la vida y se puede apreciar en la calle y en el quehacer diario, ¿Cómo evaluar esto? No somos quienes, cada quién que asuma su responsabilidad. Pero obviamente que alguna barreras han caído entre ellos y los estudiantes del PAC. La relación de los estudiantes del PAC y sus encargados es bastante cordial y fraterna, incluso, más fraterna que con los antiguos alumnos del PAC, de los de semestres anteriores, no es un comentario antipático, o que intenta comparar, mucho menos desacreditar a los compañeros que antecedieron a los de este período, es una reflexión importante que de hecho le da soporte a este punto, que trata sobre la confianza. Pensamos que tal vez ellos -la comunidad del Garrote "Ambrosio Aguilar"-, en un principio podían pensar que el acercamiento de un grupo de estudiantes de Unearte tenía como único fin el trámite académico de pasar una materia, lo cual desde el buen sentido de la palabra y de la realidad el estudiante quiere, pero quiere obtener la nota ganándosela, cumpliendo con las pautas. Tal vez, las reservas que se encontraron ahora son producto de errores cometidos, errores producto del proceso natural de las cosas, todo va evolucionando y eran necesarios esos errores para estar donde se está ahora. Pero, ¿Hubo barreras? Pensamos que si. Que esto no se confunda con malos tratos y descortesía. La gente del patio de Garrote Ambrosio Aguilar, siempre han sido personas muy amables y atentas, pero las barreras que habían eran producto del nivel de exigencia que ellos tienen y tal vez esperaban más de los alumnos. Hay que insistir que no es un comentario antipático. ¿Qué pasó ahora?, ¿Cómo se ganó esa confianza? Cumpliendo sus compromisos, con fallas seguramente, pero con logros. Asistiendo a las prácticas, cumpliendo con pautas previas, organizando encuentros, intercambiando ideas, respetando el valioso tiempo de ellos, colocando los conocimientos que los alumnos tengan en su área -teatro, danza, diseño, artes visuales- al servicio del patio, teniendo planes a futuro, siendo respetuosos, colaboradores, y especialmente siendo sinceros. Sonará cursi o tonto, pero es así, y esto, ha sido fundamental para que el semestre se haya ido desenvolviendo en el mejor trato entre la comunidad y los estudiantes ¿Por qué pensar así?, ¿Por qué pensar que los estudiantes han ganado la confianza de los encargados del patio? Pues es más fácil obtener información directa de ellos, pues están más dispuestos en colaborar en las actividades fuera del horario establecido que son los martes y domingos.


Hubo actividades extraordinarias los miércoles, sábados y viernes, todos realizados con éxito, esto, gracias a la comunidad de Patio y su disposición. Ellos ofrecen sus conocimientos sin reservas, con disposición. No queremos decir que los compañeros encargados del patio antes no las tenían, pero se nota un fraternidad más abierta y esto tiene que ver con el asunto en cuestión, es decir, ahora, los estudiantes están practicando la actividad, esa fue una pauta de la profesora Matos la cual ha funcionado. La práctica del garrote tiene características de gente reservada por naturaleza. Los estudiantes del Pac, tocaron la puesta y esta se abrió, se lo ganaron con el corazón, seguramente es la mejor jugada realizada.


Y la confianza? Es algo que seguirá en construcción siempre, una construcción positiva y siempre a buscar mejoras y a confiar más en cada uno, en todos, para llegar a ser uno solo.

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